Historia

Publicado enero 13, 2009 por digevromana
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HISTORIA DE LAS  ESCUELAS VOCACIONALES

La   Escuela Vocacional de las Fuerzas  Armadas  y la  Policía  Nacional , tuvo   su origen al amparo de las  Ley 205 del 10 de Mayo del año  1966 (La  Escuela Vocacional de  Baní),  con el  firme   objetivo de capacitar  Militares  para   desempeñar  funciones  necesarias  dentro de la   Institución.

 Los  decretos del  Poder Ejecutivo  de fecha  10 de Enero y 15  de  Mayo,  del  año 1971, crean  las  Escuelas  Vocacionales de  San Pedro de Macorís  y  Barahona.

El  aumento de  las  actividades  económicas  a  partir  de 1966, trajo  consigo  un mayor  incremento  industrial,  con la  consiguiente  necesidad  de  manos  de  obras  calificadas. Esta  demanda  hizo  que las  Fuerzas  Armadas  revisara las  disposiciones  de  su  Escuela Vocacional  de  Baní  y  Autorizara  la  matriculación  de  becados civiles.

La  Escuela Vocacionales de las  Fuerzas Armadas  y la Policía Nacional  constituye  el  núcleo  originario  de los  Centros  Regionales  de  Formación  Laboral  Acelerada,  los  cuales  comenzaron  a  operar  en el país  a partir  de 1971  como  consecuencia de las  experiencias  y avances  logrados  por aquella. Por  este  motivo  se reconoce a dicha Escuela  Vocacional como   el  Primer  Centro  Piloto de Formación  Profesional.

El  control,  la administración  y el  normal desenvolvimiento  de las  labores de la  Escuelas  Vocacionales  están  a cargo,  de la  Secretaria de  Estado de las  Fuerzas Armadas,   por ello  es este  departamento  gubernamental  el que administra  los fondos  que el  Poder Ejecutivo  asigna  en el  presupuesto  nacional  a  la  Escuela  Vocacional.

Desde  su  fundación,  en 1966, funciona  bajo  la responsabilidad  de la  Secretaría de  Estado de las Fuerzas Armadas,   en virtud  de que,  conforme  a la  Ley  No.205, tiene  como meta  principal  «dotar  a la  oficialidad,  clases  y miembros  de las  Fuerzas Armadas  y la  Policía  de los  conocimientos  necesarios  que les  permitan  ejercer  un oficio  productivo, cuando  por cualquier  circunstancia dejen de pertenecer   a sus  filas  e ingresen  en la  vida civil», aunque del beneficio  de sus  programas  de  enseñanza participan  también  civiles  de escasos  recursos económicos.